Una mirada a la adolescencia
¿Qué es ser adolescente hoy? ¿Cuáles son las incertidumbres que viven los adolescentes en la actual cultura? ¿Cuáles son las pérdidas de las que adolece el adolescente actual?
Desde tiempos inmemoriales se ha venido criticando negativamente a la adolescencia, jóvenes "revolucianari@s", desafiantes, alocad@s... Pero es todo esto lo que lleva a la evolución.
Paloma Alonso Struyck nos presenta la adolescencia actual con diferentes “imágenes” complementarias clasificadas según el marco teórico del Paradigma Contextual-Evolutivo, que sintetiza en una visión “panorámica” de la adolescencia: la del barro moldeado por las manos del alfarero, donde la arcilla es el joven que será sometido a fuerzas internas y externas que moldearán al emergente adulto. Habla de un túnel en el que se entra siendo niño y se sale siendo adulto, donde prueban nuevas posibilidades, tareas evolutivas, que se deben superar, dando lugar a momentos de turbulencia y otros de serenidad. Es un periodo de incertidumbre e indefinición.
Otra definición sobre la adolescencia nos la da Aquilino Polaino Lorente, catedrático en Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid en este vídeo: nos cuenta que la adolescencia es una crisis vital por la que pasa un ser humano y que sirve para crecer, cuyas características son muchos cambios en el aspecto biológico y psicológico; es la etapa de transición entre la infancia y la adultez. Existe un “rompe-cabezas” adolescente, el nivel intelectual es ya muy alto, pero las experiencias en la vida son escasas, lo que provoca un gran desfase entre ambos; se pasan momentos de gran sufrimiento y momentos de euforia, necesitan que se les proporcione estabilidad para que sean lo menos bruscos posible (aquí aparece la figura parental), aunque caracteriza la crisis que es uno mismo quien debe superarla, lo que genera sentimiento de soledad.
Desde estas lecturas, entre otras, podemos decir que la adolescencia es una etapa de la vida que comienza con la pubescencia: cambios físicos que marcan las características de hombre o mujer. Esta etapa también supone modificaciones psicológicas, es la transición entre la infancia y la vida adulta, lo cual difiere en las distintas culturas; en algunas, un rito de iniciación, la primera menstruación, o la primera caza marcan el fin de la niñez y comienzo de la adultez, omitiendo lo que nosotros y nosotras conocemos como adolescencia.
En nuestra sociedad actual, donde entrar en el mundo adulto supone tener un puesto de trabajo y emanciparse, la adolescencia es una fase larga, pues existe un alto índice de desempleo, apenas hay trabajo estable, lo que dificulta la inserción en el mercado laboral, con ello no se logra disponer de los recursos económicos suficientes para poder acceder a una vivienda, y en consecuencia, la emancipación se pospone de forma indefinida, hasta en muchas ocasiones en torno a los 30 años de edad. Lo cual dificulta la adquisición plena de la autonomía, se mantiene la dependencia hacia los padres, el individuo no tiene capacidad de subsistir por sí mismo –conseguir alimentos, cobijo, etc.-.
La adolescencia es un momento de crisis de identidad, si bien ya en la infancia un individuo toma consciencia de que es un ser único, diferente a los demás, al llegar a esta etapa esto se acentúa, debido a los cambios físicos, se desarrolla el pensamiento abstracto y el razonamiento moral, debiendo adoptar un sistema de valores propio; también se distancia de la familia, aunque esta no deja de ser gran influyente en el menor, el grupo de iguales pasa a tener mayor relevancia en la vida del joven; es, por tanto, un momento de cambios sociales, una etapa en la que debe tomar decisiones que ayudarán a pasar dicha crisis de identidad, y que marcarán su futuro desconocido: inserción en el mercado laboral o continuación en la formación académica –Formación Profesional o Bachillerato, “ciencias” o “letras”, etc.-.
Esta toma de decisiones se ve afectada por nuestra sociedad de incertidumbre, la inseguridad que debe de producir el desconocimiento del propio futuro se puede ver acrecentada por el desconocimiento del futuro de la sociedad –¿a dónde nos llevarán los problemas medioambientales?, ¿acabará la crisis financiera?, ¿habrá trabajo?...-. Todo esto dificulta adquirir una identidad sólida, alargándose con ello la adolescencia.
En toda esta confusión el adolescente debe hacer pruebas, aproximarse a distintas facetas del mundo, lo que implica que sea una etapa de riesgo, que por la falta de responsabilidades propias del adulto, también se alarga durante la adultez emergente.
En conclusión, la adolescencia hoy en nuestra sociedad es un periodo de la vida donde se producen cambios físicos, psicológicos y sociales que guían para salir de la infancia y llegar a la adultez, con muchas trabas en el camino, alargándose este, debido a las circunstancias que acaecen en la actualidad que alejan a las personas de las funciones propias de la adultez.
